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Nuevos hábitos ecológicos para madres modernas

Por Paula Cipriani | LA NACION


Nuevos hábitos ecológicos para madres modernas. Consumir marcas que cuiden el medio ambiente y no derrochar agua en la limpieza del hogar encabezan la lista.

El cuidado del medio ambiente es un paradigma que se instaló en todo el mundo con más o menos compromiso. Así, la frase Cuidemos el planeta que al principio de tan generalista sonaba vacía se fue llenando de contenido.

En octubre de 2012, los supermercados de la ciudad comenzaron a cobrar a precio simbólico las bolsas de polietileno impulsados por una ley sancionada por la Legislatura porteña en favor de reducir el impacto ambiental. El debate por la medida hizo que se conociera un dato que impresiona: cada una de esas bolsas tardan 200 años promedio en degradarse.

Entonces, la creatividad de diseñadores y artistas convirtieron las bolsas de tela en moda, y marcaron el regreso aggiornado del antiguo changuito de hacer las compras.

Pero esto es sólo un ejemplo. Lo cierto es que hoy, aún en países como la Argentina, uno podría vestirse íntegramente con moda sustentable (no sin tomarse el trabajo de buscarla).

Pasó mucho tiempo desde que las futuras mamás eco friendly buscaban en Chunchino Eco Bebe, una de las pioneras en hacer ropa con algodón orgánico para recién nacidos, esta materia prima que todavía sonaba excéntrica. Hoy, marcas comerciales, como Grisino y Baby Cottons (por mencionar algunas) tienen sus propias líneas.

Si bien el fenómeno de la moda sustentable aún no es masivo y sólo algunas marcas locales se toman la tarea de realizar toda la cadena productiva con este criterio (Cúbreme, Gualicho Fieltro, entre otras), cada vez es más habitual que marcas masivas incluyan en su propuesta colecciones elaboradas con la premisa de cuidar el medio ambiente.

La jeanera Levi’s vende en el país toda una línea de remeras elaboradas con algodón orgánico, vestidos teñidos con pigmentos naturales, y fue pionera en modificar el proceso de lavado del denim para reducir hasta el 96% el uso de agua. Luego se sumaron otras etiquetas. También fue esta marca americana la primera en lanzar una línea que incorpora en sus fibras de algodón un 20% de botellas de PET recicladas (el consumo total de agua embotellada representa 29 litros anuales por persona).

PRODUCTOS ECO

Mientras que el mercado ofrece cada vez productos más amigables con la naturaleza, la sociedad incorpora hábitos menos dañinos. En la línea hogar, muchas primeras marcas de electrodomésticos se focalizaron en desarrollos más eficientes en cuanto al consumo de energía eléctrica y agua.

Un estudio de Whirlpool Latin América indica que sus heladeras llegan a consumir el 50% menos de energía que las que producían 10 años atrás. Mientras que los lavarropas tienen un 20% más de capacidad de carga que en 2000 y son el 70% más eficientes en cuanto al gasto de este recurso.

Por su parte, los lavavajillas consumen sólo 15 litros por lavado en lugar de los 50 promedio que emplea el lavado manual. Los aires acondicionado incorporan una función que permite estimar la temperatura exacta donde se encuentra la persona y así optimizar el gasto energético. También en la línea de cuidado personal hubo nuevos desarrollos en este sentido. Braun incorporó una innovación tecnológica (SmartPlug) en los diseños más evolucionados de máquina de afeitar eléctricas y depiladoras que lo reducen el 35 por ciento.

COSTUMBRES SALUDABLES

Sin embargo, no es necesario comprar lo último para transformarse en un consumidor más responsable. Basta con hacer uso racional de lo que se tiene para vivir más en sintonía con el medio ambiente. Por ejemplo el lavarropas ya tiene sus años, y una manera de ayudar al equilibrio es utilizarlo con la capacidad de carga para no desperdiciar agua (lo mismo vale para el lavavajilla). Elegir los programas en función de la suciedad de la ropa, utilizar productos concentrados para reducir el tiempo de lavado y tomar la decisión de hacerlo con agua fría es otra alternativa sencilla que no se tiene en cuenta.

Un informe de Unilever indica que una familia tipo realiza entre seis y ocho lavados con máquina semanales con programas que duran una hora y media promedio. Esto se traduce en algo menos de 2000 millones de lavados por año.

La cosmética también abre todo un universo nuevo, con marcas que producen con respeto a la naturaleza y productos activos orgánicos, como natura, naturaloe, Welleda, L’occitane y Kiel’s. Lo último son el boom de los champús secos. Sin irse a extremos, optar por productos con packaging biodegradables o recargables es un buen comienzo para sumarse a la movida eco.

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